Soneto de abrazos y de brasas
Este ardor que consume porque abrasa
es entre tus brazos un mullido
espacio en el que vive aquel pedido
abrazo en un pasar que nunca pasa.
Tantas veces desdén, tanta extraviada
razón o sin razón dieron mis pasos,
no a la cálida luz de tus abrazos
sino a la noche en la que todo es nada.
Quiero abrasarme en fuego al abrazarte
y encontrarme un lugar entre tus brazos.
Mi hueca plenitud hecha de lazos
y en fuego de tu fuego quiero hallarte.
Oh ardores caminantes; si me abrazas
y te abrazo son un cuerpo nuestras brasas.
Julio Castellanos
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